
La Historia de Luquina Homestay
Una comunidad que abre el corazón al mundo
Luquina Homestay nació del sueño sencillo y profundo de compartir lo más valioso que tenemos: nuestras raíces, nuestra cultura y nuestra forma de vivir en armonía con el Lago Titicaca. En la tranquila comunidad aimara de Luquina Chico, ubicada en la península de Chucuito, la vida sigue el ritmo de la naturaleza y de las tradiciones ancestrales. Aquí, las familias viven del campo, la pesca y de fuertes lazos comunitarios. Y fue precisamente esa unión la que inspiró el nacimiento de la Asociación de Turismo Vivencial de Luquina.
Bajo el liderazgo del señor Albano, vecino de la comunidad y anfitrión comprometido, la idea del turismo comunitario tomó forma. Así nació Luquina Homestay: un proyecto que une a más de 30 familias anfitrionas, listas para recibir visitantes con afecto, respeto y autenticidad. Cada casa está preparada con esmero para que te sientas bienvenido — con habitaciones privadas, comidas caseras y una invitación abierta a participar de las actividades cotidianas: cosechar papas, preparar la pachamanca, remar en aguas sagradas o simplemente contemplar el atardecer en silencio. Más que hospedaje, Luquina Homestay es un puente entre culturas. Es un lugar donde el viajero se convierte en parte de la comunidad y se lleva consigo no solo fotografías, sino emociones e historias vivas.